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Cuando Jesús se fue al Cielo, después de su Resurrección, nos envió a su Espíritu Santo para guiarnos, aconsejarnos, amonestarnos y principalmente para demostrar su poder aquí en la tierra.
El Espíritu es Dios y es la esencia del Todopoderoso viviendo en los corazones de todo aquel que cree y acepta a Jesús como su único Salvador.
A través del Espíritu Santo, Dios nos da el poder para llevar a cabo sus maravillosas obras.
Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.
Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio. (Juan 16:6-8)
Sin el Consolador (El Espíritu) no podríamos llevar una verdadera vida cristiana, pues Él funciona como nuestra conciencia ante el pecado, nos recuerda la Palabra de Dios y nos da las herramientas necesarias para trabajar en nuestras vidas y en las vidas de otros.
Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí.
Y también ustedes darán testimonio porque han estado conmigo desde el principio. (Juan 15:26-27)
Ahora bien, El Espíritu Santo es el sello que Dios nos pone para hacernos ver que somos de su propiedad, por medio de Él nos mantenemos en su camino y también a través de Él retornamos cuando nos alejamos.
En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido.
Éste garantiza nuestra herencia hasta que llegue la redención final del pueblo adquirido por Dios, para alabanza de su gloria. (Efesios 1:13-14)
Si te mantienes en el camino que Dios te diseño, no hay limites para lo que Él pueda hacer en ti y a través de ti por medio de su Espíritu.
Debemos de tener en cuenta de que Dios puede tomar vasijas simples como nosotros para hacer cosas grandes y poderosas para su propósito.
A lo largo de la Biblia vemos como Dios utilizo a personas menos pensadas y obró con grandes propósitos eternos a través de ellas. Por ejemplo:
- Moisés era tartamudo he hizo grandes hazañas
- David era un jovencito común y llego a ser un gran rey
- Pedro era un pescador rudo y murmurador y llego a ser uno de los principales lideres de la Iglesia Primitiva
- Mateo aunque era rico, dejo todo por seguir al Señor
Dios tiene un plan pensado para cada uno de nosotros y lo llevara a cabo por el poder del Espíritu de Cristo.
¡No te preocupes sobre tu vida o lo que harás! Dice la Palabra:
Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—.
Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! (Isaías 55:8-9)
Dios tiene un propósito para nuestra existencia. Tiene un plan eterno y un llamado especifico para cada uno de nosotros.
Debemos de hacer planes estratégicos y establecer metas personales a medida que el Espíritu nos enseña su voluntad, sin embargo nuestra responsabilidad principal siempre va a ser buscar de Cristo cada día mas.
Mantén la mirada en Dios y a medida que lo hagas, Él va a ir dirigiendo tus pasos y te llevara a lugares que nunca te imaginaste estar, te volverás un gran instrumento en el proceso.
Reto: ¡SI EL ESPÍRITU SANTO ESTA EN TI, PUEDES SER TESTIGO DEL PODER DE DIOS A DIARIO!
El Espíritu del Señor omnipotente está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres.
Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar liberación a los cautivos y libertad a los prisioneros, a pregonar el año del favor del Señor y el día de la venganza de nuestro Dios, a consolar a todos los que están de duelo. (Isaías 61:1-2)
Dios te bendiga!!